El diario de Adan y Eva, Mark Twain (II)

SABADO

La nueva criatura come demasiada fruta. Probablemente se nos va a acabar. «Nos» otra vez -esa es su palabra; mía también ahora, de tanto escucharla-. Mucha niebla esta mañana. Yo no salgo cuando hay niebla. La nueva criatura, sí. Sale con cualquier clima y después entra pisoteando con sus pies embarrados. Y habla. Solía ser tan tranquilo y placentero este lugar.

DOMINGO

Tregua. Este día se está poniendo cada vez más exasperante. El pasado noviembre fue seleccionado y puesto aparte como día de descanso. Antes, yo ya tenía seis de ellos a la semana. Esta mañana encontré a la nueva criatura tratando de arrancar manzanas de aquel árbol prohibido.

LUNES

La nueva criatura dice que su nombre es Eva. Está bien, no tengo objeciones. Dice que es para que la llame cuando quiero que venga. Entonces le dije que eso era superfluo. La palabra evidentemente me granjeó su respeto. Y por cierto es una palabra buena, grandiosa y digna de ser repetida. Dice que no es un El, que es un Ella. Esto es dudoso, probablemente. Sin embargo, para mí es lo mismo. Que sea ella no me importa, mientras se las arregle sola y no hable.

MARTES

Ella ha trastornado toda la región con nombres execrables y carteles ofensivos:

POR AQUÍ AL REMOLINO

POR AQUÍ A LA ISLA DE LA CABRA

A LA CAVERNA DE LOS VIENTOS POR AQUÍ

Ella dice que este parque sería un precioso lugar de veraneo, si se lo organiza. Lugar de veraneo – otro invento de ella – nada más que palabras, sin ningún sentido. ¿Qué es un lugar de veraneo? Pero es mejor no preguntarle, ella siempre está ansiosa por explicar.

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Como me gusta este texto…realmente…» pero es mejor no preguntar, ella siempre está ansiosa por explicar»….jajajajj no soy una persona que hable mucho, para eso escribo, pero si me preguntan bueno me gusta extenderme en las explicaciones. Mi pareja siempre dice «para que que te pregunte!», es bastante Adan aveces…

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